La Franquicia en España, ¿una buena opción?

La franquicia es una modalidad que tiene años en España. Ofrece libertad y flexibilidad en comparación a un puesto de trabajo en una compañía. He ahí que este modelo surja como una alternativa para tener independencia monetaria; de hecho, el perfil que predomina entre los nuevos empleos generados por este sistema, es el de «autoempleo» con más del 70%.

Pero, ¿es una buena apuesta tener una franquicia en España? Una pregunta con dos respuestas pujadoras por el  “Sí”.

Primero, debemos tener en cuenta que este modelo generó 21 mil millones de euros en el año 2016, con 1.298 marcas operativas. Este último dato, representó un incremento de 5% con respecto al período anterior. Desde luego, hay optimismo en las proyecciones al finalizar el 2017: se espera un crecimiento igual o mayor al mencionado.

Además, hablando específicamente de las nuevas marcas franquiciadas, vale acotar que más del 60% han tenido éxito a la hora de expandirse.

Un segundo plus es la estadística de crecimiento, ya que en 2016 se abrieron más de 7.000 tiendas nuevas, lo que corresponde a un aumento de 7,1 % con respecto al periodo anterior. Lo que influyó en la creación de empleos con un aumento del 5,9% en 2016.

Teniendo en cuenta estas cifras, desde SDEYF Consultores somos optimistas, y decimos ¡Sí a la franquicia en España! Te recomendamos que te asesores en caso de que quieras sumarte a este modelo de negocio; recuerda que el éxito se basa en la manera que ejecutas tu proyecto.

Datos: Asociación Española De Franquiciadores

¿Por qué convertir mi negocio en franquicia?

Mi negocio en franquicia: Hablamos de un fenómeno. Un ejemplo generador de empleo, capaz de desarrollar todo un universo alrededor de la vía láctea de la empresa. Así es, de una manera rápida y eficaz. Hablamos de dar los primeros pasos con un negocio, de la mano y a la moda. Exacto. Hablamos de la franquicia.

Un modelo que tiene como éxito y premisa: ser el inicio de un sueño empresarial.

Más concretamente, compartir los objetivos con otros empresarios que aporten aptitud y actitud para conseguir las metas esperadas. Porque, siempre, siempre hay metas.

En el sistema de franquicias el componente “F” es una constante con mucho poder. Tanto, como lo que significa ser la primera letra que define un gran porcentaje de conceptos básicos a tener en cuenta. Pero hay más. Únicas y “F”ascinantes todas esas “F’s” que construyen la franquicia.

Filosofía

Una franquicia es portadora de un mensaje que transmite la historia de un trabajo bien ejecutado, mediante un esfuerzo realizado con pasión, perseverancia y que en un espacio de tiempo determinado ha experimentado un éxito. Se trata de un logro que compartiremos con otros emprendedores, para que de manera colaborativa, puedan aportar nuevas ideas que se puedan vincular a la idea original.

Con el tiempo nos damos cuenta de que este conocimiento empresarial ha tenido un hilo conductor, con lenguaje empresarial propio, y ha sido capaz de desarrollar un esfuerzo, realizado de manera pasional. Así, nos llevará a la realización de nuestro objetivo original y único.

La segunda de nuestras F’s será:

Formación

La dinamización de las organizaciones empresariales es determinante en los objetivos que quremos conseguir. Hablamos del ADN de la franquicia. El éxito que viene de la mano de organizaciones que desarrollan actividades formativas.

Por eso, creemos que la formación es esencial en el sistema de franquicias, ya que exige un carácter capaz de transmitir toda la filosofía y técnicas que se necesitan para lograr éxito en esta aventura.

Funcionamiento

En el sistema de franquicias son imprescindibles dos cosas: estructuración organizativa y estructuración funcional. Hablamos del trabajo que hace una organización que decide desarrollar el sistema de franquicias. Antes deberá prepararse para invertir recursos y esfuerzos en protocolizar todo su funcionamiento de manera exhaustiva, y luego, ¡a por ello!

Eso sí, no debemos caer en el error de que un buen manual es necesario para iniciar un desarrollo empresarial en este sistema. Necesitamos saber que este sistema de protocolización y estructuración es una práctica habitual en el transcurso de nuestra actividad.

Feedback

En cualquier organización existen diferencias notables en la manera de darnos a conocer. La percepción de nuestra organización desde nuestro punto de vista, hasta cómo la perciben los demás. Es importante darle una vuelta ha cuestiones así ya que contribuye a la formación de lo que queremos: nuestra franquicia.

Analizando las vías comunicativas y qué significa la transmisión en el sistema de franquicias, es necesario que la información fluya de manera adecuada desde cada unidad a la central, y de la central a las unidades franquiciadas. ¿El resultado? Un punto de encuentro básico: el mercado.

Por supuesto, tenemos que planificar y desarrollar toda la red mediante un conocimiento actualizado de las tendencias y las realidades del mercado, desde el punto real de análisis y desarrollo.

Por ello, establecer unos canales bidireccionales que nos permitan una comunicación fluida es importante para mantener políticas adecuadas y averiguar las desviaciones o establecer mejoras en el servicio y producto repercutiendo en el beneficio del franquiciado y en el del franquiciador.

Hasta aquí hemos querido establecer una opinión acerca de, por qué este sistema tiene cautivado a personas que al conocerlo, han conseguido que le hayamos dedicado tiempo y esfuerzo en ver su comportamiento. Así como sus logros en materia emprendedora, convencidos de que la franquicia es un motor característico, moderno y no contaminante de emprendimiento; y de que el emprendimiento es un generador de empleo.

La búsqueda del éxito en el negocio

Para tener éxito en un negocio lo primero es intentar llevarlo a cabo y que como consecuencia de una idea o un sueño, seamos capaces de ejecutar una realidad en un contexto determinado; todo ello valorando las variables externas e internas que configuran dicho negocio. Si quieres lograr lo que nunca has alcanzado, necesitas hacer lo que aún no has intentado.

Es cierto que cualquier negocio debe de tener una parte de análisis para establecer una planificación y de manera organizada conseguir un objetivo que nos permita alcanzar la meta del éxito.

Para poder conseguir un objetivo en los negocios, debes estructurarlo y dotarlo de una realidad, mediante el desarrollo de estudio y posible innovación del mercado donde lo quieres desarrollar. He ahí el quid, ¿dónde competir? y claramente, ¿en qué te vas a diferenciar? Y –por supuesto–,  ¿por qué? Una vez contestemos a estas preguntas tendremos claro lo que queremos lograr.

No hay que olvidar que un negocio no es una empresa: desde nuestro punto de vista, es la fórmula empresarial que resulta de un beneficio, basándonos en una idea de mejora productiva y/o comercializadora en el mercado. Por otro lado, una empresa es la consecución de negocio en una organización, que a largo plazo consigue una aportación de beneficio a la sociedad mediante generación de trabajo y recursos económicos al entorno de la organización, así como rentabilidad del propio negocio. Dicho esto lo que tratamos en estos momentos es la opción personal de desarrollar un negocio que represente un éxito.

Para alcanzar esta premisa debemos eliminar las variables que se definen como normales en el mercado donde nos vamos a desarrollar. Reduciendo la media del mercado, estaremos apostando por un objetivo claramente diferenciador, que potencia la originalidad y el aporte de valor añadido al mercado, siendo una ventaja objetiva y expresamente diferenciadora de la norma.

No podemos competir en un mercado con las mismas bases, las mismas estrategias y las mismas normas que desarrollan todos nuestros competidores, debemos ofertar al mercado un valor diferencial que nos otorgue valor añadido. El mismo que es capaz de posicionarnos con una ventaja.

Por eso, hay que tener en cuenta una serie de variables básicas, que –bajo nuestro punto de vista–, son claves para desarrollar un negocio con éxito.

  1. Comparar nuestro negocio con el de los competidores y desarrollar un cuadro estratégico de normas del negocio.
  2. Analizar dónde deberíamos cambiar de estrategia basándonos en la norma.
  3. “Estar en la realidad”, o lo que es lo mismo, explorar nosotros mismos las diferentes vías en las que nuestros competidores, no han movido ficha, y –sobre todo–, ¿por qué?
  4. Observar las ventajas claras y alternativas de nuestro negocio respecto al de la competencia.
  5. Eliminar las variables que se deben cambiar, o crear nuevas variables que puedan desarrollar nuestro negocio de manera diferencial.
  6. Establecer fuentes de alimentación de información de los clientes de nuestra competencia, y de los nuestros propios.
  7. Apoyar y ejecutar los proyectos y los desarrollos operativos que le permitan al negocio llenar vacíos, y cubrir los nichos diferenciales que su estrategia haya establecido.
  8. Dedicar el tiempo necesario a la investigación y el análisis que permitan la innovación de su negocio.
  9. Involucrarse con decisión y entusiasmo.